La noticia sobre la dimisión de Eduardo Montealegre como ministro de Justicia del gobierno de Gustavo Petro puede presentarse y ampliarse de las siguientes maneras, enfocándose en los puntos clave: la renuncia, la advertencia y el contexto de la Constituyente.
Dimite Ministro de Justicia Eduardo Montealegre con una Severa Advertencia a Petro: “En Palacio hay Traidores”
El titular y exfiscal general, Eduardo Montealegre, ha presentado su renuncia al cargo de Ministro de Justicia, en un movimiento que sacude al Gobierno de Gustavo Petro. La dimisión viene acompañada de una fuerte e inusual advertencia directa al presidente: “Cuídese mucho: en palacio hay traidores que acechan con dagas peligrosas”.
Aunque la renuncia fue presentada formalmente, se conoce que el motivo detrás de su salida está relacionado con su intención de recuperar total libertad para continuar con una disputa judicial en curso, en la que se refirió a un “criminal” que presuntamente “anda, y seguirá, por ahora, suelto”, en aparente alusión al proceso que lleva contra el expresidente Álvaro Uribe. Montealegre afirmó que no puede guardar silencio y necesita esa libertad para seguir “a la caza” de dicho criminal, insinuando que su permanencia en el gabinete limitaba sus acciones.
La salida de Montealegre ocurre justo después de que él mismo presentara el borrador de una propuesta para convocar una Asamblea Nacional Constituyente, una iniciativa clave y defendida por el Gobierno Petro para avanzar en sus reformas sociales. Este proyecto generó críticas inmediatas en la oposición, que incluso anunció una moción de censura en su contra.
El Ministro de Justicia Eduardo Montealegre Renuncia, Dejando un Borrador de Constituyente y una Alerta de “Traidores” en la Casa de Nariño
En medio de un tenso ambiente político, el Ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, se ha apartado de su cargo, apenas horas después de haber revelado públicamente el articulado para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, una bandera del presidente Gustavo Petro.
La renuncia, calificada por Montealegre de “irrevocable”, incluyó una inquietante advertencia dirigida al jefe de Estado: la existencia de “traidores” dentro del círculo presidencial. “Cuídese mucho: en palacio hay traidores que acechan con dagas peligrosas”, escribió Montealegre en su carta.
El exministro se había convertido en una figura central en la promoción de la Constituyente. El borrador que presentó, que busca una reforma a la Constitución de 1991 mediante iniciativa popular, ha sido objeto de fuertes críticas y controversias por parte de sectores de la oposición que lo acusan de querer “brincarse la Constitución” para obtener una asamblea a la medida del Gobierno. Montealegre, por su parte, argumentó que la propuesta busca desarrollar el Estado Social de Derecho y destrabar las reformas sociales que, según el Gobierno, están bloqueadas por “sectores absolutamente retardatarios”. Su salida, en este contexto, deja en el aire la continuidad y el futuro inmediato de esta ambiciosa y debatida iniciativa.
